21 de diciembre de 2015

LA LUCHA

La lucha fue apocalíptica y larga, muy larga. Durante agotadoras semanas no se podía vislumbrar cual sería el vencedor ni quien iba a perder en esta contienda. Ambos utilizaron todas las armas que tenían a su alcance. El cansancio mermaba sus fuerzas, tan igualadas, por otro lado. Pelearon limpiamente hasta casi el final. Hubieran podido aguantar incluso meses o años la gran guerra. Resistieron valientes como soldados entrenados en mil batallas. El día amaneció especialmente gris y frío, presagiando el cruel destino para uno de ellos. Ocurrió entonces, en medio del juego del odio y el rencor, sin siquiera un atisbo de compasión. Le arrojó, a traición, una simple palabra en el centro del corazón y esa herida fue mortal.El poder de nuestras palabras